Hace más de 12 años el Padre Darío Escobar decidió dejar atrás Colombia, su familia y sus bienes materiales para seguir su vocación y convertirse en ermitaño en la Orden Libanesa Maronita.


A sus más de 75 años, vive en una ermita construida en una cueva en el remoto valle de Qadisha (Líbano), donde lleva una vida austera y solitaria. Entre los aspectos más curiosos de su particular estilo de vida cabe destacar que su almohada es una piedra y su alimentación, exclusivamente vegetariana, esta basada en lo que él mismo cultiva.

 

Sus días como ermitaño se componen de catorce horas dedicadas a la oración, tres a cultivar su huerto, dos a la lectura de libros místicos y cinco horas de sueño. Del mundo exterior sólo sigue atraído por el fútbol que según confiesa, siempre lo animó mientras estuvo en Colombia. 


Con un contacto casi nulo con el mundo exterior, este colombiano, nacido en Medellín, vive en la pobreza absoluta pero afirma haber alcanzado una paz interior a la que nunca renunciaría. Sus únicos vínculos con la sociedad son monjes y algunos colombianos que acuden a él en búsqueda de oraciones y una guía espiritual para sus vidas. Este es el Padre Dario Escobar:

 


 

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MUCHAS FELICITACIONES POR EL PORTAL Y PARA ESTE AÑO MIL BENDICIONES.

El reverendo Padre Darío Escobar es un ser que ha sacrificado su vida y la ha dedicado a orar por la paz y prosperidad de nuestra querida Colombia y del mundo entero, aunque él en su sencillez manifiesta que no es mucho, considero debemos tener conciencia de la grandeza de su misión y por eso muy comedidamente me atrevo a solicitar oraciones por su vida consagrada y su salud para que Dios lo conserve aunque en la distancia y soledad, con su buen humor, sencillez y sabiduría por muchos años más.

Me alegró mucho poder volver a ver y escuchar al Reverendo Padre Darío Escobar a quien conocí en Pasto hace muchos años. Tuve la oportunidad de seguir en contacto hasta que tomó los votos con la orden Maronita y a pesar de la casi nula comunicación que ahora tiene con el mundo exterior, como él lo manifestaba, Dios me ha bendecido al enviar algunos angelitos – viajeros con quienes de vez en cuando tenía algunas noticias.

Muchas gracias por esta hermosa y sencilla entrevista y si ustedes tienen algún contacto en el Líbano, les agradecería la dirección de correo para enviarle mis saludos de amistad y gratitud.

Bendiciones para todos.