Chelita le dicen todas las compañeras de la Asociación de Damas Colombianas. Llegó de Bogotá con su esposo e hijos al Ecuador a finales del año 1977 y en 1978 se incorporó a la Asociación para colaborar con sus obras sociales, especialmente en educación y salud, dando prioridad a los niños y a las personas mayores.

Trabajó como voluntaria en diversas instituciones de salud y educativas: el Hogar San Vicente de Paúl, en el Hospital Militar, la Fundación San Juan Eudes y en la Fundación Hermano Miguel, la Escuelita Colombia de Guayllabamba, la Escuelita de la Madre Berenice en Guamaní y en la Fundación San Juan Eudes. También hizo trabajo de campo para prestar ayuda humanitaria durante diversos desastres naturales ocurridos en Ecuador.

Participó como voluntaria en diversos eventos conmemorativos de Colombia y la comunidad colombiana como las celebraciones del 20 de Julio, el Desfile de Silleteros, las Fiestas Noches de Cartagena, Desfiles de Modas, Bingos, Bazares. Todos con el propósito de recoger fondos para las obras benéficas de la Asociación.

Su trabajo con niños enfermos y adultos mayores da muestra de su gran corazón y sentido humanitario, lo que le ha valido el reconocimiento dentro de la Asociación y la comunidad. Ha recibido diversas condecoraciones de autoridades locales por su valiosa labor social.