A través de su pequeña empresa de pescado en Esmeraldas, Ecuador, genera empleo para mujeres en situación de vulnerabilidad (madres y esposas de pescadores colombianos y ecuatorianos golpeados por el piraterismo y exprivados de la libertad en el extranjero por tráfico de sustancias ilícitas.

Asimismo, desde su empresa, Jairo contribuye al fortalecimiento de la relación entre ciudadanos ecuatorianos y colombianos, a través de la cultura y la gastronomía.

Además, este colombiano presta apoyo a emprendimientos colombianos para facilitar su estabilización.

Por otro lado, Jairo dona pescado a la cárcel de mujeres de Esmeraldas, donde se encuentran ciudadanas colombianas.