Nació el 6 de mayo de 1983 en Medellín, Colombia. Su vocación de servicio se la atribuye a su familia, compuesta por su mamá y siete hermanos.Con el apoyo de organizaciones presta asistencia a familias vulnerables en la ciudad de Calama, Chile.

Estudió cuatro semestres de medicina en la Corporación Universitaria Remington, en Medellín, donde maduró su decisión de querer servir como sacerdote católico.

¿Por qué eligió Chile?

Tuvo la oportunidad de conocer la escasez de sacerdotes en Chile. En varios lugares, por ejemplo, un solo sacerdote debe atender varios pueblos del desierto. Además, el Padre Andrés devoto a San Alberto Hurtado, el santo que hizo posible que en Chile se celebre en agosto el mes de la solidaridad.

El 4 de agosto de 2017 fue ordenado sacerdote, en la parroquia San Pedro de Atacama y, actualmente, es el vicario parroquial de la parroquia más antigua de todo Chile, la iglesia San francisco de Asís de Chiu Chiu. Allí sirve y acompaña a los pueblos de Caspana, Conchiviejo, Estación San Pedro.

Gracias a la fundación Caritas Calama, que pertenece a Caritas Internacionales, organización perteneciente a la Iglesia católica que agrupa 165 organizaciones nacionales de asistencia, desarrollo y servicio social, el padre Andrés puede ayudar a combatir la pobreza, la exclusión, la intolerancia y la discriminación.

Además, con el apoyo de esta fundación, la ciudad Calama cuenta con tres comedores abiertos, donde a través de voluntarios, sacerdotes y religiosas, se les lleva a sus hogares el almuerzo a adultos mayores, habitantes de calle y migrantes en situación de vulnerabilidad.

Apoyo a familias vulnerables en Calama

Asimismo, con el apoyo del Consulado de Colombia en Antofagasta y Caritas Calama, el padre Andrés ha entregado mercados, ropa y frazadas a familias vulnerables. Por supuesto, con un acompañamiento humano y espiritual, especialmente a personas enfermas o que estén atravesando por alguna crisis emocional.

Este colombiano, también gestiona el apoyo en trámites de extranjería y dinamización de microempresas. Incluso, apoya con su propia mano de obra a mujeres que se dedican a la gastronomía en pequeños negocios.

“Doy Gracias Dios y a cada uno de ustedes por darme esta oportunidad de poder servir y ayudar como puente que une y red que busca apoyar. Este reconocimiento es para tantos hombres y mujeres de nuestra tierra, que en el silencio, humildad y esfuerzo, dejan en alto a Colombia en CHILE; porque sé que los buenos somos más.” Menciona el padre Andrés.