Solo un hombre que acaricia con tal misticismo una flor, como lo hace el padre Ortiz Valdivieso, puede contar con detalle la historia de las orquídeas en la famosa expedición botánica de José Celestino Mutis.
Este Catedrático de la Universidad Javeriana comenzó a estudiar la taxonomía (clasificación) de esta especie desde hace 40 años en el país y a seguirle el rastro a la emocionante historia de Mutis.
Incluso, describe en español, inglés y latín las características de cada flor y a la hora de “echar el cuento” cierra los ojos y se remonta a una época en la que la sabana y trópicos estaban cundidos de vegetación nativa y las hermosas orquídeas pasaban inadvertidas.
Sólo el arribo del español José Celestino Mutis en 760 cambió para siempre el anonimato de la flor que nacía en los lugares más recónditos de la geografía americana. “Él llegó aquí como médico del Virrey Pedro Mesía de la Cerda, pero siempre fue aficionado de la botánica”, dijo Ortiz.
La biblioteca de Mutis era tan completa, que el naturalista Alexander von Humboldt le dijo que pocas veces había visto una de tal magnitud “Algunos de esos libro se conservan en la Biblioteca Nacional” contó el jesuita.
Así, cocinaba el botánico la expedición que comenzó en 1783 y duró treinta y tres años tras un trabajo arduo para que el rey Carlos III financiera la aventura que recopilo y clasificó 20 mil especies vegetales y 7 mil animales.
En el proceso, las orquídeas ocuparon todo el interés de José Celestino Mutis y por eso las busco en La Mesa, “en ese entonces, la Mesa de Juan Díaz” y en Mariquita, tierras en las que brotaban del suelo inundando de aromas y colorido la vegetación.
Cuna de pintores
En pleno siglo XVIII, época en la que la forma más prodigiosa de registrar la belleza natural era a mano, Mutis decidió formar a dos hombres: Salvador Rizo y Francisco Javier Matiz, quienes llegaron a ser reconocidos como pintores de flores de reconocimiento.
“Mutis no pintaba pero los ilustraba para que captaran el más mínimo detalle de cada orquídea que hallaban. Humboldt le dijo a Mutis que Matiz era el mejor ilustrador de flores del mundo”.
El Tiempo