El Consulado de Colombia en Ámsterdam resalta la trayectoria y los logros del artesano y empresario, Ódman Monroy, uno de los colombianos destacados en los Países Bajos, a donde llegó cautivado por los vitrales de la Iglesia San Juan (Sint-Janskerk).  Monroy dice que se siente un colombiano en el mundo, que ama a Colombia y a pesar de conocer casi todas las regiones de Colombia, no se identifica con una zona en particular.  Este colombiano hace parte de varias generaciones de artesanos, dedicados a la explotación y transformación de la madera, especializados en la fabricación de muebles y construcción de casas de madera.  Sin embargo, el padre de Ódman rompió con esta tradición y se dedicó a la cerámica industrial, fabricando recipientes para grecas de café. Luego pasó a la cerámica artesanal decorativa. Asegura que desde niño ayudaba a su padre en las labores y soñaba con ser algún día dueño de su propia empresa y hornos.  Destaca que en una ocasión acompañó a su padre a visitar una clienta, quien insistía en que le siguiera fabricando los “Zapaticos de Bebé” en cerámica, a los que se les colocaba una planta llamada “Lágrima de Bebé” y en esta presentación se comercializaban.    El padre del artesano aseguraba que esa línea no era rentable y que ya la había descontinuado, por lo que Ódman, con nueve años de edad, se ofreció a producirlos y reintrodujo el producto en el mercado con una producción semanal de 40 pares.  Desde ese momento empezó a mostrar sus cualidades de artesano y empresario.   "Desde mi niñez me han fascinado los vitrales de las iglesias.  Mi familia ha sido muy católica y la visita a los oficios religiosos era regular.  Yo siempre le pedía a mi padre que me llevara a nuevas iglesias. Quería siempre descubrir nuevos vitrales", sostiene Monroy.  En ese sentido, recuerda que en 1997 hubo una exposición única en Gouda, titulada “De Papieren Goudse Glazen” (“Los Papeles de Vidrio de Gouda”), en la que exponían los dibujos en papel, al tamaño natural, de los vitrales de la Iglesia San Juan (Sint-Janskerk), de los hermanos Crabeth.    Según su opinión de especialista, los vitrales de la Iglesia San Juan de Gouda, que es visitada anualmente por 60.000 personas de todos los rincones del planeta, son los más hermosos del mundo, y fueron los causantes de que el artesano llegara a los Países Bajos.  Monroy domina diferentes técnicas del vitral, pero está especializado en la técnica de la grisalla (en francés grisaille). Esta técnica la inició en Colombia y la perfeccionó en el taller “Andréi Birkhof” en Ámsterdam, Países Bajos.  También estudió la técnica de fundición del vidrio en el taller “Tetterode” en Ámsterdam.  El movimiento arquitectónico “La Escuela de Ámsterdam” marcó una tendencia en el uso de los vitrales en las edificaciones, pero lamentablemente en la actualidad estos vitrales están desapareciendo lentamente, pues no existe una cultura de restauración.  Fenómeno que lo podría comparar con una mutilación arquitectónica paulatina de la ciudad.  Sólo las edificaciones declaradas “Patrimonio Monumental” en los Países Bajos gozan de protección.  Como especialista, considera que tiene un compromiso personal en contribuir a la restauración de los vitrales en Ámsterdam y mantener esta tradición con la creación de nuevos vitrales.Además de artesano y empresario, Monroy destaca sus dotes de poeta y comparte un texto titulado ‘Poesía al Huerto’.  “Con huerto simbolizo el planeta tierra y se lo dedico a todas las personas que aman la paz y la vida”: Ama el mar,ama la tierra,ama el viento.La vida,el sol y la lunaserán tu aliento.

Fuente

Consulado de Colombia en Ámsterdam