Los monos aulladores rojos, los venados y cusumbos, los jaguares y las oncillas son especies que están amenazadas, en distintos grados, debido a la disminución, la destrucción o el cambio de sus hábitats, bien porque las personas los ocupan o porque desarrollan en ellos explotaciones mineras y forestales, cultivos industriales o cría de ganado; también la contaminación y la introducción de especies ajenas cambian los hábitats.

Al dañar las selvas y los bosques, desaparecen no solo las plantas que sirven de alimento y refugio a los animales sino también las presas de los carnívoros que, hambrientos, cazan el ganado de las personas, razón por la cual estas los aniquilan. Muchas especies también desaparecen porque son cazadas, para servir como alimento o para ser objeto de tráfico ilegal; las venden como mascotas o como objetos de estudio y experimentación. Algunas especies también están en peligro porque quedan pocos animales y estos tienen pocos bebés.

Si quieres saber más sobre estas especies, consulta el Catálogo de la Biodiversidad Colombiana