Idarraga, un hombre de 48 años de edad, quien nacido en Neira, Departamento de Caldas, creció en medio de un núcleo familia con 13 bocas que alimentar. Sus padres, humildes campesinos, siempre le enseñaron el valor de la honradez y del trabajo duro, principios que lo han acompañado durante toda su vida y que hoy cimientan las bases del proyecto por el que se la juega: “silenciar los fusiles con música”, dice con convicción.
Tenía 22 años cuando llegó a los Estados Unidos en busca de grandes aventuras, sin imaginarse que lo más estimulante que la vida le depararía por ese entonces, sería pintar apartamentos, limpiar casas y lavar carros. Así, empezó a recolectar monedas en su trabajo, con lo que enviaba dinero a su madre en Colombia para obras de caridad.
Fue en uno de sus viajes de visita a su tierra natal cuando encontraría la orientación que le daría un nuevo rumbo a sus esfuerzos filantrópicos de los últimos años. Una sinfonía interpretada (con instrumentos viejos, algunos con más de 70 años) por una banda infantil tocó su corazón, y le permitió comprender que un niño que ejecute un instrumento musical nunca empuñará un arma.
Esa experiencia lo llevó a crear la Fundación Hope, con el propósito de donar instrumentos a bandas musicales colombianas que no tienen como adquirir un clarinete, una trompeta, una flauta o alguna otra herramienta de paz.
A la fecha, son cerca de 500 instrumentos donados a más de 50 bandas musicales, en diferentes departamentos de Colombia. Estas agrupaciones han tenido nuevas oportunidades gracias al buen corazón del colombiano.
Con esto, muchos niños han encontrado en la música una buena alternativa para invertir su tiempo libre, lo que los aleja de los caminos de la droga y la delincuencia. No obstante, los pequeños músicos no son los únicos satisfechos, ya que también sus padres expresan una profunda gratitud frente a la labor de Idarraga.  
El impacto social que alcanza la visión del hombre que cree en el poder de la música se puede dimensionar fácilmente cuando se mira uno sólo de los proyectos que apoya esta causa. Es el caso del Colegio Nuestra Señora del Rosario, del Municipio de Neira, que conformó una agrupación musical juvenil que vincula cerca de 300 estudiantes, quienes han aprendido a compartir los mismos instrumentos en una lección de convivencia para el resto de la comunidad que los rodea.
Aunque el perfil de Héctor Idarraga no sea el de un empresario, con mucho dinero, o el de un intelectual, con muchos diplomas y un alto nivel de formación académica; su gran sensibilidad por la problemática de su lugar de origen lo ha llevado a dejar una gran marca en el corazón de muchos niños colombianos. Razón por la cual se hizo merecedor al premio Huella Colombiana en el Exterior, que entregó Colombia es Pasión y el Programa Colombia Nos Une, del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. 
Si usted desea apoyar la causa de este colombiano puede entrar en contacto con él a través del portal RedEsColombia. Para enviarle un mensaje a Héctor Idarraga a través del portal usted debe estar registrado. Luego, con su nombre de usuario y contraseña  puede ir al siguiente link: http://www.redescolombia.org/ContactoHome/tabid/131/ctl/Login/Default.aspx

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RedEsColombia

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