La derrota que se acepta con paciencia, resignación y respeto, no es una derrota, es una lección de la vida. Lecciones que nos enseñan a ser tolerantes a aceptar nuestros errores a convivir con armonía y a vivir con alegría.Aquel que entrega sus armas no está derrotado, al contrario, es un ejemplo de redención, de perdón, de salvación y una gran evidencia del amor de nuestro Diosito Lindo.Qué viva la PAZ en  Colombia, Latinoamérica y el mundo entero!Ilva, Dublin, California

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Ilva Luz Salamanca

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