Se trata de un programa de asistencia a los trabajadores de EE. UU. que ese Congreso no ha aprobado.
La administración de Barack Obama anunció este lunes que no presentará al Congreso los tratados de libre comercio pendientes con Colombia, Panamá y Corea del Sur hasta que el Congreso no acepte renovar un programa de asistencia a los trabajadores de EE. UU. que se han perdido sus empleos como consecuencia del comercio exterior.

La suerte de este programa, llamado TAA (Trade Adjustment Assistance), ha desatado una fuerte batalla entre republicanos -que se oponen a su renovación- y los demócratas que lo consideran una de sus prioridades. “No presentaremos la ley de implementación de los tratados hasta que no se resuelva primero con el Congreso la renovación del TAA”, dijo Gene Sperling, director del Consejo Nacional Económico de la Casa Blanca.

Sperling participó esta mañana en una rueda de prensa junto al Representante Comercial, Ron Kirk, y al Asesor de Seguridad Nacional para Economía Internacional, Michael Froman.

Los tres coincidieron en que no podrán mover los TLC si el TAA no es aprobado primero. “En la medida que expandimos el comercio tenemos que asegurarnos que existe un fuerte programa (el TAA) que ayude a los trabajadores que se ven afectados de manera negativa por este comercio. Con un desempleo del 9 por ciento, no vemos razón para que no existe un consenso partidista sobre este punto”, dijo Froman.

Si bien Kirk s se mostró confiado en que pueden llegar a un acuerdo, dejó el balón en la cancha del Congreso al decir que ahora todo depende en que acepten renovar el TAA.

LA PELEA

Los demócratas quieren que, en simultánea con los tratados de Colombia, Corea del Sur y Panamá, se renueve el TAA, un programa que brinda asistencia y capacitación a trabajadores de E.U. que han perdido sus empleos como consecuencia del comercio.

En la actualidad está en vigor una versión del TAA que solo cobija a los trabajadores del sector manufacturas en E.U.

En el 2009, sin embargo, el Congreso de mayoría demócrata que existía entonces, aprobó una adición al TAA para que incluyera a otros trabajadores como el del sector servicios. Por supuesto, a un costo más alto.

En enero, cuando los republicanos retomaron el control de la Cámara, optaron por dejar vencer la versión ampliada del TAA. Según estos, el TAA del 2009 le costaría al país 620 millones de dólares adicionales en 2011 y unos 6500 millones en los próximos diez años. Para ellos, dinero que tendría mejor uso en la reducción del déficit fiscal.

Los demócratas y la Casa Blanca piensan que no es presentable aprobar nuevos tratados comerciales sin esta asistencia y han exigido que se apruebe su extensión y como precondición a los TLC.

Los republicanos han hecho varias propuestas pero todas prevén sacar fondos de sectores como el de educación o salud, para financiar el costo del TAA. Algo que también rechazan sus opositores en el Capitolio.

Los expertos creen que tarde temprano llegarán a un acuerdo pues los republicanos están muy interesados en los TLC y es poco probable que los dejen morir solo por su oposición a un programa que cuesta mucho menos que los beneficios del comercio.

Según sus propios datos, los tres TLC generarían entre 3.000 y 4.000 millones en nuevas exportaciones mientras el costo del TAA es de unos 700 millones el año. Pero, de momento, nadie quiere ceder.

La noticia, en cualquier caso, es alarmante para Colombia que tras casi años de espera, finalmente logró hace un mes que la Casa Blanca se comprometiera a mover el TLC.

SERGIO GÓMEZ MASERI / Corresponsal de EL TIEMPO / Washington

Fuente

EL Tiempo