Por más de diez años, Carlhed ha trabajado en la diplomacia pública y es miembro del consejo para la promoción de Suecia en el exterior (NSU), agencia encargada de la promoción de los  intereses suecos y la construcción de relaciones internacionales.
Dentro de las recomendaciones que le dio a nuestra marca país, se encuentra la comunicación como vehículo para cambiar la imagen y expresar las historias positivas acabando con los estereotipos que empañan la reputación.
Una marca debe consolidarse en su cultura y su gente, los cuales son considerados los cimientos de la marca de un país para promocionar la inversión, las exportaciones y el turismo.

 
 
 
 
 
 
Así mismo, se utiliza la imagen como plataforma para   venderse en el exterior de  acuerdo a las características de cada país. Tal como lo demuestra Alemania reconocido por sus productos de calidad, la puntualidad y su cerveza.
Otro ejemplo es Japón con una imagen negativa de sus productos por ser calificados de baja calidad entre los años 70 y 80. Hoy en día tiene una gran reputación inclusive tiene demanda de las compañías occidentales.

Suiza es una marca país que se refleja en las empresas, su slogan de calidad y excelencia en sus productos, son los valores que representan a todo un país como es visible en la marca Swatch con sus relojes, quienes incluyen también en su propaganda la bandera del país.