La colombiana, Claudia Duque fue galardonada ayer con el Premio Valentía 2010 que otorga la Fundación Internacional de Mujeres Periodistas (IWMF, siglas en inglés).Después de que se recuperara de la fuerte ovación de sus colegas de la prensa internacional en el Gran Salón del Hotel Waldorf Astoria, Claudia Duque, de 39 años, ofreció el galardón a su hija por estar siempre a su lado y por aceptar que no tienen una vida normal al haber sufrido constantes amenazas por profesión."Mi historia no es única. Es la historia de muchas mujeres periodistas en todo el mundo", señaló la reportera al relatar su investigación sobre el asesinato de su colega Jaime Garzón en manos de agentes policiales de ese país sudamericano en 1999.Duque fue amenazada en el 2001 para que frenara su investigación. Una de las advertencias más fuertes fue contra su hija de tan sólo 10 años en ese momento. Situación que la llevó a exiliarse en por tres ocasiones.Durante su alocución, Duque fue determinante en denunciar cómo el espionaje y las amenazas afectan a Colombia. Por su parte, Vicky Ntetema, periodista de Tanzania, recibió el premio e hizo referencia al acuerdo hecho con Duque por luchar juntas a favor del periodismo. Asimismo, recordó a su familia, en especial a su padre, quien le enseñó que debía escribir sobre la gente y para la gente y ser la voz que los que no la tienen. Ntetema denunció a través de la BBC cómo médicos brujos de Tanzania inculcaban en los ciudadanos que si se sembraban partes del cuerpo de albinos se tenía buena fortuna.El tercer premio de la Valentía 2010 fue para Tsering Woeser, de 44 años, quien cubre la situación del Tibet a través de su blog. Woeser no pudo recibir el premio en Nueva York debido a que el gobierno chino no le concedió el pasaporte. Finalmente, el galardón por trayectoria periodista fue para la mexicana Alma Guillermoprieto, de 60 años y quien por más de tres décadas ha colaborado en publicaciones como el New Yorker, The Guardian y el Washington Post. Célebre por su investigación sobe la masacre en el Mozote, en El Salvador (1982) por fuerzas de élite entrenadas por Estados Unidos, la periodista vestida de negro y con su característico rebozo expuso su preocupación por la situación que viven sus colegas en México, particularmente en el norte del país. Emocionada al escuchar los aplausos de la concurrencia agregó que el Centro de Protección de Periodistas, con sede en Nueva York, hizo el experimento sobre lo que pasaría en una ciudad como Reynosa al norte de México, si desapareciera el periodismo. "No sólo es que no se sabría en el exterior de lo que ocurre. Sería como estar ciegos. ¿Cómo poder conocerse uno mismo?", reflexionó Guillermoprieto. Al final agradeció el premio otorgado por la organización que hoy cumplió 20 años de labor ininterrumpida en apoyo a las mujeres periodistas de todos los continentes y cuya base está en Washington, DC. "Gracias por hacer que el periodismo en el mundo se una profesión posible", concluyó.
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