Un equipo móvil integrado por unos 800 efectivos dispuso Gendarmería para enfrentar eventuales focos de violencia y disturbios en las cárceles de la Región Metropolitana. Se trata de una unidad temporal que funcionará esta semana, durante las 24 horas, con el objetivo de evitar hechos similares a los ocurridos el pasado viernes en la cárcel de Puente Alto.
El alto mando penitenciario adoptó una serie de medidas luego del motín ocurrido en la víspera de Navidad y de recibir antecedentes de inteligencia que revelan movimientos entre los presos para provocar incidentes y agravar la crisis generada por la muerte de 81 reos en el penal de San Miguel. A esto se suma que las jornadas próximas al día del Año Nuevo históricamente son conflictivas.
El escuadrón está integrado por gendarmes de las secciones de reacción (Unidad de Servicios Especiales Penitenciarios, Servicio de Operaciones Tácticas y Centro de Adiestramiento Canino) y personal del Departamento de Seguridad, entre otros.
Ayer, el subdirector operativo de Gendarmería, Jaime Concha, explicó que "realizamos un plan de contingencia ante cualquier dificultad que se pudiera presentar... Armamos un aparataje de vigilancia que cubre toda la zona ante eventos que se pudieran producir en diferentes sectores".
Los penales del Gran Santiago fueron agrupados en tres áreas: Norte (Colina I y II, y Punta Peuco), Centro (ex Penitenciaría, San Miguel y Centro Penitenciario Femenino) y Sur (Puente Alto, Tiempo Joven y El Arrayán).
El coronel Concha explicó que "se reforzaron los servicios de los penales y se realizarán más procedimientos preventivos". Agregó: "los oficiales a cargo deben estar in situ todos los días".
En todas las cárceles se han intensificado los registros en las celdas, a fin de desarmar a los presos. "Son allanamientos preventivos, por la cantidad de población que hay, se realizan por sectores... En los últimos días, se han efectuado procedimientos en Colina I y II, la ex Penitenciaría, Puente Alto y San Miguel".
El mando de Gendarmería también ofició a las direcciones regionales para implementar dispositivos preventivos en los recintos a lo largo del país. Concha explicó que "se emitió una instrucción a nivel nacional... Hay unidades de servicios especiales en provincias que cumplen con las mismas funciones... Se preparan los cuadros y se revisan los contactos con los equipos de emergencia de la zona".
Fuentes de Gendarmería comentaron que se está trabajando para rearticular el extinto "Grupo Especial Antimotines" de forma permanente.
25
reos quedaron heridos en el motín de más de 5 horas que se registró el viernes en la cárcel de Puente Alto.
71
reclusos de la Torre 2 atacaron a gendarmes y comenzaron a quemar colchones.
Fiscalía reconstituye uso de "lanzallamas" en cárcel de San Miguel
El funcionamiento y alcance del "lanzallamas" artesanal que se usó en el incendio de la cárcel de San Miguel espera aclarar la Fiscalía Sur, con una diligencia fijada para hoy y que se realizará en un campo de entrenamiento especial de Bomberos.
Se trata de un recinto dedicado a la recreación de emergencias con materiales peligrosos (HazMat), donde también se ensayará la forma en que se comportaron las llamas. Además, se analizará cómo se quemaron los distintos materiales que había en el módulo del penal.
También se efectuará un peritaje denominado flash over (combustión súbita generalizada), que contribuirá a saber en cuánto tiempo se elevó a unos 800 grados Celsius la temperatura dentro del área en que se registró el siniestro.
Según se dijo, la serie de peritajes debería prolongarse por unas tres horas.
Entre tanto, la fiscalía continúa con los reinterrogatorios a gendarmes, pesquisa que se ha visto demorada en cierto grado ya que 19 de los 32 custodios que estaban en la prisión la noche del incendio están con licencia médica. Entre ellos está uno de los dos funcionarios que habrían ingresado botellas de ron a la cárcel previo al fatal incidente.
Diario, El Mercurio