No todas las actitudes de los colombianos en el exterior llevan implícita la transgresión o la vida fácil para sobrevivir a como dé lugar. Así como algunos deshonran nuestra patria con su ánimo nocendi, hay otros que rescatan nuestras virtudes y ponderan nuestra nacionalidad para orgullo nuestro.
Basta en hacer mención de la médica Nubia Muñoz, que recibió la Legión de Honor del gobierno francés por su contribución al desarrollo de la vacuna contra el virus del papiloma y fue candidata al Nobel de Medicina del 2008.
La hazaña en música clásica de Andrés Orozco Estrada, que del barrio Manrique de Medellín es hoy el director en Viena de una de las orquestas más famosas del mundo y en deportes Edgar Rentería con su segundo título mundial en béisbol, escenificado en San Francisco. Y muchos ejemplos más de compatriotas por enumerar.
Ellos realzan nuestra autoestima con hechos en diversos campos de la ciencia, la tecnología y carreras liberales, en donde es menester el ingrediente de la genialidad, la devoción y disciplina para obtener un renombre que exalta sus virtudes a nivel internacional.
En esa escala de valores, también sobresale Rodrigo Bohórquez Vélez, un pereirano que desde 1963 reside en Estados Unidos, nieto de don Valeriano Marulanda, uno de los fundadores de Pereira e hijo de José James Bohórquez y Lucila Vélez.
Rodrigo en ese país empezó Artes Marciales con el maestro Pong Ki Kim. Y gracias a su perseverancia, en 1985 fue elegido uno de los 35 mejores competidores en el país del Norte e invitado a entrenar en el campo olímpico en Colorado, por tener la condición de Master Rod.
En verdad, su carrera deportiva lo ha hecho merecedor de muchos reconocimientos en donde ha logrado figurar en los primeros planos en esta especialidad de las Artes Marciales, siendo ganador en el 2001 del Premio Colombia.
Para su satisfacción de consumado deportista en las Artes Marciales, este esfuerzo y consagración le ha significado numerosos reconocimientos y exaltaciones en los medios de comunicación, inclusive ha sido entrevistado en el programa más visto en televisión Sábado Gigante.
Además, debido a su experiencia y prestigio, publica su libro Shim Myung Do, razón por la cual fue llamado por el Ministerio de Seguridad de Costa Rica para entrenar y enseñar a la policía nacional de ese país.
Su ambición es fundar una academia de Artes Marciales en su ciudad natal, Pereira, a fin de instruir y formar a la juventud en la disciplina de Cinturones Negros.
Estos valores humanos como es el caso de Rodrigo Bohórquez Vélez, merecen ser estimulados. Son fiel reflejo de su misma convicción de ser alguien productivo para la sociedad y el país.
Así se ratifica que si se quiere se puede, cuando la tenacidad se emplea por el camino recto y no la vida fácil cuyo futuro casi siempre termina en frustración.
Diario Del Otún