
Así como Mark Zuckerberg comenzó su millonario negocio de Facebook en los dormitorios de la universidad de Harvad, jóvenes colombianos con sus computadores caseros y sin mayores inversiones están diseñando aplicaciones que dan resultados no solo en reconocimiento, sino también en rentabilidad.
Al éxito de aplicaciones como Tappsi, se suman otras menos reconocidas dentro de Colombia, pero que triunfan en el exterior. Según la clasificación Viva Colombia de App Store, las firmas nacionales que son best-sellers internacionales son las paisas Hi Mom y C2 Game Studio y las bogotanas Brainz y Efecto Estudio, cuyas aplicaciones han estado en el Top 10 de descargas en Estados Unidos.
Según las cifras de la consultora Gartner, el año pasado en el mercado global de las aplicaciones móviles se realizaron 102.000 millones de descargas y se vendieron US$26.000 millones, esto pese a que 91% de las descargas son gratuitas.
Claudia Obando, gerente de Apps.co, agrega que la ventaja de Colombia para producir aplicaciones es que los costos son inferiores a los de otros países; hay una generación a la que le gusta mucho la programación y el diseño, al tiempo que existen ventajas tributarias para este tipo de desarrollos tecnológicos. Bajo la tutela de este programa del Mintic, que lleva año y medio, 46.000 personas están aprendiendo a programar y se han desarrollado más de 1.000 aplicaciones. “Si bien no todas funcionan, hay unas 80 que ya están en las tiendas de Apps y que facturan unos $1.800 millones”, explica la funcionaria.
Este es el lado tecnológico del país, que pocos conocen, pero que muestra una transición hacia una economía menos tercermundista.
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