Una veeduría de la Personería de Bogotá revela, entre otras irregularidades, que entre 2010 y 2011, el Hospital de Engativá, ESE de II nivel, canceló por el mecanismo jurídico de transacción, obligaciones y actividades una suma aproximada a los $13.000 millones sin los requisitos de disponibilidad ni de registro presupuestal incurriendo en “hechos cumplidos”; también, que 99% de los contratos de prestación de servicios, revisados por la Personería distrital, es celebrado en forma continua y sucesiva con el mismo objeto y soportado con la misma solicitud de justificación. Encontró, además, que los medicamentos vencidos, el hacinamiento en urgencias, el descuido en mantenimiento de la planta física y equipos, la desidia en el archivo, una nómina paralela y el nulo control interno de gestión efectuado a través de la Oficina de Gestión Pública de Autocontrol, son la constante en el funcionamiento de un hospital con apenas 10 años de actividades. PARA AMPLIAR DAR CLIC EN EL LINK

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El Espectador