Suiza es el lugar de residencia de muchos connacionales destacados que se dedican a hacer ciencia en el exterior, también donde su fundó (hace casi dos década) una de las asociaciones de investigadores colombianos con mayor trayectoria entre nuestra diáspora científica. Esto hace del país europeo una importante fuente de “capital humano” altamente calificado, que puede ser movilizado a favor de Colombia.
La Asociación Colombiana de Investigadores en Suiza (ACIS) ocupa un lugar especial dentro del listado de grupos de intelectuales de colombianos en el extranjero, ya que algunos de sus fundadores fueron también los pioneros de la Red Caldas. Iniciativa reconocida a nivel mundial por ser una de las primeras experiencias en crear redes nacionales de científicos a través de internet.
Los científicos colombianos residentes en Suiza no sólo contribuyeron enormemente en la Red Caldas, sino que, cuando ésta terminó, continuaron desarrollando iniciativas para el intercambio académico con Colombia, a través, fundamentalmente, de la ACIS. Pero ¿Quiénes son estos investigadores? ¿Por qué se fueron del país?
Tales interrogantes fueron abordados en el estudio “The colombian scientific diaspora in Switzerland”, realizado por Gabriela Tejada y publicado recientemente en el libro Scientific Diaspora as Development Partners.
La investigación, muestra que algunas de las razones de los colombianos para migrar son la realización de estudios en el exterior; relaciones familiares o sentimentales; y, en menor medida, por ofertas laborales. Aunado a eso, los migrantes son atraídos a Suiza por su calidad de vida, la estabilidad y seguridad que (para algunos) ofrece el país, así como la excelencia académica del mismo, sumado a las becas y convenios de cooperación internacional de su gobierno.
Tejada sostiene que los científicos colombianos que residen en Suiza mantienen fuertes sentimientos por Colombia, lo que los impulsa a mantener colaboraciones científicas, creación de redes e inversión en investigaciones para el desarrollo en su lugar de origen.
Lo anterior se enmarca en lo que se conoce como remesas sociales, pues la diáspora aporta al país ideas, prácticas y capital social. Además de mejorar la imagen de Colombia en el exterior. En este sentido es significativo que un tercio de los entrevistados mantiene intercambios científicos y profesionales sistemáticos con el país.
La investigadora identifica tres factores que facilitan las iniciativas de estos colombianos para crear y estrechar lazos de transferencia y circulación de conocimientos con su país natal: motivación personal, la pertenencia a redes que buscan canalizar el conocimiento y los esfuerzos, de una forma más efectiva y la existencia de un ambiente y políticas adecuadas.
La investigación finaliza mostrando cómo, si bien muchos de los miembros de esta diáspora no tienen en sus planes devolverse a Colombia, sí piensan continuar vinculados al país y apoyarlo activamente en lo que esté a su alcance. Por ello, las recomendaciones del estudio apuntan al desarrollo de políticas de Estado (en ambos países), pues no basta con las buenas voluntades de los migrantes (como individuos) para poner en marcha proyectos.
Una reseña más detallada de la investigación puede leerse en: (Ver artículo)
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