La venta de arepas y mecato que instaló en la acera fue la primera muestra de su afición por el comercio. Tenía nueve años y vivía en La Mota. Ahora es el Empresario Colombiano del 2010 en Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, E.U.
En la tercera edición de los Premios Colombia USA, las organizaciones The Colombian Times y Henao Entertainment le concedieron a Luis Fernando Ortiz Machado el reconocimiento, "por su incansable labor moral y profesional por el buen nombre de Colombia en E.U."
El premio fue para 32 colombianos destacados en campos como el liderazgo comunitario, la medicina, la política y el deporte.
Al paisa se lo dieron por el empleo que genera en Colombia y en E.U., con las importaciones a sus tiendas de variedades y con distribuciones a otros locales. Él vende tiquetes aéreos, peluches y hasta tarjetas para regalo hechas en Medellín.
Y le reconocen sobre todo el servicio que les presta a los latinos de Nueva Jersey. En los últimos días llevó el consulado colombiano en Nueva York al Rinconcito, su local insignia en la ciudad de Hackensack, para que los compatriotas no fueran hasta Manhattan a hacer sus diligencias.
Según el sitio web del Consulado ( www.consuladodecolombiany.com ), los funcionarios programaron su estadía del 2 al 5 de noviembre, pero al ver que más de mil personas fueron a realizar trámites, el cónsul Francisco Noguera Rocha extendió la atención hasta ayer.
Trabajo y servicioLuego de graduarse como bachiller en el colegio de la Universidad Pontificia Bolivariana, Luis se matriculó en Administración de Empresas en esta universidad.
Gloria Machado Santamaría, su madre, lo recuerda como un excelente estudiante, que incluso les enseñaba a compañeros de colegio.
Pudo más el amor por los negocios y a los 17 años, al terminar segundo semestre, fue a Bogotá y sacó la visa.
Cumplió 18 y arrancó para Nueva Jersey, donde lo esperó su tío Joaquín Machado. Aprendió inglés y montó un carro de perros calientes, oficio que había desempeñado en Medellín.
Amor de EcuadorLa noche del jueves 28 de octubre, cuando ese rubio de 38 años, fornido y de ojos claros se subió al escenario del teatro Natives, de Nueva York, frente a cónsules suramericanos, muchos pensaron que era gringo. En cambio Lorena Ortiz, su amada ecuatoriana, sabía que el hombre que le mostraba su éxito a Queens fue el que le robó el corazón desde 1992, cuando la atendió en el negocio de perros calientes.
"Fue amor a primera vista", confiesa él. Ella quedó en embarazo, convivieron ocho años y se casaron. Luis Fernando, Marcela y Melissa, sus hijos, cursan secundaria. Aunque sus papás son trabajadores, la vida familiar es fundamental en el hogar: les gusta visitar centros comerciales y viajar.
Lorena y Marcela conocieron Medellín y quedaron fascinadas, pero es difícil que se vengan porque ya todos son americanos. Tras vivir varios años en Hackensack se mudaron en 2005 a Westwood, Nueva Jersey.
Luis lleva 20 años en E.U. y está feliz. Su madre y su hermana Victoria lo esperan en Belén La Palma, pero él quiere seguir en el Norte, pendiente de sus negocios, tan útiles para los latinos.

Fuente

El Colombiano

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