El intercambio cultural del que hacen parte ocho jóvenes de los municipios de Agustín Codazzi y Pueblo Bello (Cesar) terminó con un gran concierto en un centro cultural al que asistieron niños, jóvenes y adultos de varios municipios de los alrededores de París.


Con el objetivo de preparar este concierto, los jóvenes músicos colombianos visitaron ocho escuelas donde se encontraron con cerca de 450 niños para compartir alrededor del vallenato. Uno de los momentos más significativos del intercambio cultural fue el encuentro de los cesarenses con el músico chocoano residente en Francia, Antonio Rivas, en el concierto final en el que confluyeron dos procesos simultáneos de sensibilización ante la música colombiana de acordeón: uno guiado por Rivas y el otro por los jóvenes del Cesar. (Vea también: Antonio Rivas Padilla, un físico colombiano que también difunde nuestro folclor musical en Europa)


Las visitas a las escuelas se realizaron como parte del proyecto La Cité des Marmots (La ciudad de los niños), organizada por la Asociación Villes des Musiques du Monde, que busca generar inclusión social a través de la música trabajando con escuelas públicas ubicadas en barrios aledaños a París donde hay una importante concentración de comunidades inmigrantes.


A su paso por los municipios de Stains, La Courneuve, Villetaneuse, Epinay–sur–Seine, Aubervilliers y Saint Denis, los colombianos interpretaron en cada escuela algunos los vallenatos más tradicionales. El espacio permitió que los jóvenes explicaran las diferencias entre los aires de dicho género (paseo, merengue, son y puya) y respondieron a las preguntas que formularon los niños franceses.


Este intercambio de conocimientos y experiencias, pues los colombianos también tenían curiosidad por la vida, la cultura y las tradiciones en Francia, tuvo momentos de integración en los cuales los implicados terminaban bailando y tocando juntos. Los niños franceses consideraron como una gran suerte la posibilidad que tienen los niños colombianos de vivir en el campo y poder bañarse en el río, y se admiraron ante el hecho de que aprendieran a hacer música en sus casas con sus familiares y amigos y no en escuelas o procesos formales de enseñanza musical.


La cita para los ensayos y el concierto de cierre tuvo lugar en L´Embarcadère, una sala de conciertos en la localidad de Aubervilliers. Durante el encuentro de los jóvenes músicos con Antonio Rivas, intercambiaron alrededor de la música, de Colombia, del departamento del Cesar y del Festival de la Leyenda Vallenata. Rivas les expresó que se sentiría muy agradecido y honrado de poder compartir el escenario con ellos haciendo una canción de cierre para el concierto. Tras varios minutos de deliberación decidieron interpretar La Juntera, un paseo de Diomedes Díaz.


El evento inició con palabras del presidente de la Asociación Villes de Musiques du Monde y del Embajador de Colombia en Francia, Federico Rengifo, quien expresó el orgullo que sentía por poder ver un evento que congregaba a cientos de franceses de todas las edades alrededor de uno de los géneros musicales tradicionales más conocidos de Colombia.


La presentación finalizó con la salida en escena de Antonio Rivas y de los más de 400 niños con quienes se habían encontrado. Al finalizar el concierto, los colombianos volvieron a escena para hacer una versión extendida de La Juntera en la cual aprovecharon para improvisar versos con los cuales saludaron al público francés y al Embajador Rengifo, mostrando su alegría y agradecimiento por recibirlos en el país.

Fuente

Embajada de Colombia en Francia

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