Un merecido homenaje se le rindió este año a la memoria del artista antioqueño Francisco Antonio Cano (1865-1935), primero con una retrospectiva de su obra que realizaron los museos Nacional de Colombia y de Antioquia y ahora con el tradicional libro de gran formato de arte de Davivienda. En su serie de homenaje a grandes maestros del arte colombiano, que ya ha resaltado el legado de Fernando Botero, Débora Arango, Carlos Rojas o Ramírez Villamizar, este año la división de libros de arte de la entidad financiera quiso remontarse a finales del siglo XIX y principios del XX, para rescatar la memoria del que ha sido llamado el “pintor de la luz”. Carolina Zuluaga Perna, quien estuvo al frente de la dirección de este proyecto editorial, explica que la búsqueda del material gráfico de Cano quiso ir más allá de la colección del Museo de Antioquia, para intentar reunir la mayor cantidad de obras del creador de piezas emblemáticas de la plástica nacional como 'Horizontes', 'El cristo del perdón' o 'La niña de las rosas'. “Durante casi dos años, estuvimos con el equipo buscando y fotografiando las obras. Registramos más de 500, de las cuales, luego de una curaduría, se escogieron 340 que conforman las diferentes facetas del maestro”, anota Zuluaga, al resaltar que el libro está dividido, precisamente, en las etapas de dibujante, pintor, grabador y escultor de Cano. Como novedad, el libro incluye un 30 por ciento de obras inéditas del artista paisa, un descubrimiento que sorprendió gratamente a la gente del Museo de Antioquia, que tiene la colección más completa del artista. “La gran mayoría de las piezas las conseguimos a través de herederos. Cuadros que eran del abuelo, del tío, del primo. Algo muy lindo fue el voz a voz que comenzó a correr sobre el libro, que nos permitió ir encontrando nuevas obras en casas de particulares de Medellín. Luego repetimos la tarea en Bogotá, pues Cano se estableció en la capital, donde dejó una parte importante de su trabajo”, dice Zuluaga. La investigación y curaduría estuvieron a cargo de Santiago Londoño, estudioso de la obra de Cano, y la presentación del libro la escribió el exministro Juan Luis Mejía. Otra de las buenas noticias del libro, como anota Carolina Zuluaga, es el nuevo registro de toda la obra de Cano en formato digital, que estuvo a cargo del fotógrafo Carlos Tobón. Se trata de un trabajo que recupera para la modernidad la maestría con que Cano trabajó la luz y el color a lo largo de su obra pictórica, que refleja una clara influencia de la escuela flamenca.Así mismo, se destaca la prolífica etapa como retratista. “El maestro tuvo como gran protector a Carlos E. Restrepo, que lo trajo a Bogotá a dirigir la Litografía Nacional, época en la que Cano logra solucionar en parte sus problemas económicos, lo que le permite dedicarse más a la pintura”, concluye Zuluaga, al resaltar el doblepágina plegable que tiene el libro con su obra cumbre Horizontes.

Fuente

El Tiempo