El Consulado de Colombia en Ámsterdam exalta la labor que viene cumpliendo el sacerdote Cristian Duarte con la comunidad colombiana residente en los Países Bajos, y lo reconoce como un colombiano destacado en este país por su trabajo, orientación, entrega y servicio a los demás.
El Padre Cristian Duarte nació en Bucaramanga (Santander), el 25 de febrero de 1970. Fue ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1998 en la Congregación de la Misión de los Padres y Hermanos Vicentinos de la Iglesia Católica Romana, fundada por San Vicente de Paúl en 1625, para la evangelización de los pobres y la formación del clero. Los Sacerdotes y Hermanos Vicentinos suman más de 4.000 en el mundo y sirven en 86 países entre ellos en los Países Bajos a través del Padre Cristian.
El Padre Cristian fue profesor en los Seminarios Mayores en Colombia y participó en Obras Misionales Pontificias en Colombia.
En el contexto de servicio a los demás, el Padre Cristian ha atendido a migrantes hispanohablantes en los Estados Unidos de América donde estuvo al servicio de la sociedad por más de dos años; y ahora en los Países Bajos, en general, y en Ámsterdam, en especial, a través de la Parroquia Hispanohablante de San Nicolás, situada en el centro de la ciudad, impulsando el testimonio de la fe, la esperanza y la caridad en medio de una colectividad multicultural.
En desarrollo de sus actividades parroquiales, además de guía espiritual, el padre Cristian adelanta un servicio social con visitas a los migrantes hispanohablantes que se encuentran enfermos en sus casas u hospitales, a los detenidos en algunas cárceles holandesas, y también a los ancianos.
Recientemente, en el marco de las visitas periódicas de carácter social y humanitario, el Padre Cristian y el Cónsul General de Colombia en Amsterdam, Fabio Emel Pedraza P., adelantaron una visita al Centro Penitenciario Nieuwersluis, donde se celebró la sagrada eucaristía y el Cónsul Pedraza P. dio unas palabras.
En los Países Bajos y en palabras del propio Padre Cristian, él permanece agradecido con la Divina Providencia por permitirle de manera feliz y constante acompañar a los migrantes en su tránsito y peregrinaje por el mundo.