Por la medida, tomada por Venezuela en febrero, se dejan de percibir US$ 16 millones en la frontera. 

Desde que el Gobierno de Nicolás Maduro decidió en febrero de este año suspender el envío de estos recursos en dólares, alrededor de 170 mil familias en el país, cuyos parientes se encuentran residenciados de forma legal en Venezuela, (la cifra total bordea los 700 mil) tienen sus cuentas con saldo en rojo.

 

La medida se tomó, indicó en aquel entonces el Ejecutivo del vecino país, como una de las estrategias para el combate al contrabando que impera en la frontera común; sin embargo, las consecuencias económicas para los colombianos han sido de talla mayor.

 

Y es que según cálculos realizado por el Observatorio económico de la Cámara de Comercio de Cúcuta, en lo corrido del año se han dejado de percibir alrededor de US $16 millones (unos $32 mil millones), con los cuales, señala el organismo, en la mayoría de casos se sustenta gran parte de los gastos de los hogares nortesantandereanos y de otras regiones colombianas.

 

Sobre este panorama, el presidente de la Junta Directiva de Fenalco en Norte de Santander, Rodolfo Mora Mora, señala que pese a que un buen porcentaje de estos recursos se consigue de forma ilegal, sí alcanzan a dinamizar el comercio de las ciudades fronterizas, en especial de Cúcuta y otros municipios de la región.

 

Un ejemplo ‘macro’ de la afectación de esta decisión tomada a principios del año por Venezuela es que, los giros totales desde el extranjero que ingresaron al departamento en el periodo enero- junio, sumaron US $38.7 millones, apenas un 16 % de las remesas que llegaron a la región el año pasado, cuando la medida del envío de estos dineros en dólares estaba activa.

 

Por su parte, el Banco de la República reporta que en el último año, las remesas desde Venezuela alcanzaron los US$ 495.4 millones. De ese monto, US$ 199.3 millones llegaron a Norte de Santander.

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